Manu Bogónez
Miles de jóvenes finalizan, cada año, sus estudios con unas grandes expectativas de futuro. Una serie de esperanzas que van muriendo cuando van observando la realidad del mundo laboral. En la actualidad, la mayor preocupación de aquellos que buscan su primer empleo es conseguir uno de ellos y poder mantenerlo más de unos meses.
El 62% de los jóvenes de entre 18 y 30 años consideran que el paro es uno de los inconvenientes que no les dejaran desarrollarse, en un futuro, profesionalmente, según un estudio elaborado por la Fundación Bertelsmann. Este informe, creado a partir de más de mil entrevistas, realizadas entre los meses de Septiembre y Octubre de 2009, esclarece la manera por la cual los jóvenes comienzan a estudiar con un gran número de planes que van decayendo según se acercan a cumplirlos.
A estos jóvenes, no se les importa comenzar a trabajar con un contrato laboral precario o con un sueldo insignificante, sólo quieren conseguir un trabajo que les ayude a poner en práctica aquello que más les gusta, y es que el 42% del total de entrevistados considera que la falta de trabajo es el principal problema del mercado laboral. Actualmente, 1,5 millones de jóvenes españoles de entre 16 y 29 años buscan un trabajo, según los datos del tercer trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA). De éstos, casi 127 mil quiere conseguir un primer empleo sin ningún tipo de éxito.
Los “nuevos trabajadores”están siendo testigos directos de lo que la crisis económica puede hacer en el desarrollo personal y laboral. Muchos jóvenes estudiantes esperan la llegada de la esperada recuperación ampliando sus conocimientos. «La población activa se ha reducido desde el tercer trimestre de 2007 y, en concreto, entre los menores de 30 años hay 440.000 personas que ha dejado de trabajar o buscar trabajo, debido en buena parte a que la gente alarga sus estudios», apunta Antoni Espasa, el director del Boletín de Inflación y Análisis Macroeconómicos de la Universidad Carlos III.
A pesar de todo, las grandes cúpulas de poder ven en la población joven un sector esperanzador y con posibilidades infinitas de desarrollo. “Los jóvenes y sus valores encarnan nuestras mejores esperanzas”, según Don Juan Carlos I.
Los jóvenes son el futuro pero su futuro está borroso.
Más información:
Gente de la Calle 